Por: Jaime Arturo Báez Agudelo, Director de Pastoral CSL.
El 25 de octubre se celebró el aniversario Número 13 del Movimiento Juvenil Ignaciano Huellas con la presencia de los integrantes del equipo facilitador de la Red Juvenil Ignaciana. En el compartir de la actividad se evidenció que Huellas más que una casa es un hogar para los jóvenes.
Gracias a su participación y compromiso con el movimiento es posible trabajar comunitariamente para fortalecer la amistad inspirada en los pasos de Jesús como el primer caminante. Con estos lazos y la emotividad los huellistas se preparan para continuar su crecimiento en el movimiento, acogiendo con esperanza los cambios que implican transitar a otra etapa dentro del proceso.
El Movimiento Juvenil Huellas reúne niños desde grado cuarto hasta grado undécimo, acogiéndolos en huellas moraditas hasta pre – doradas respectivamente. En este sentido, se va creando comunidad acogiendo sus diferentes momentos de vida y acompañando su crecimiento para lograr consolidarse como hermanos en la misión de seguir a Jesús.
Huellas Moradas
Grado 4° y 5°
Compartir en la etapa de la niñez la vivencia comunitaria de la Fe
Huellas Blancas
Grado 6° y 7°
Iniciar al joven en la experiencia de amistad y fe a nivel personal y grupal.
Huellas Rojas
Grado 8°
Fortalecer la personalidad, la convivencia y la fe del joven para que dé respuestas a los interrogantes propios de su crecimiento psico-físico.
Huellas Verdes
Grado 9°
Consolidar la identidad cristiana, tanto personal como grupal, para un mejor ejercicio de liderazgo.
Huellas Azules I y II
Grado 10° y 11°
Vincular sistemáticamente fe y vida (contemplación y acción) mediante 1. El ejercicio de ser guías de huellas blancas, rojas y verdes. 2. Formación personal y grupal que crea hombres y mujeres para los demás, como expresión de la Espiritualidad Ignaciana