La pausa Ignaciana es una oración de simple atención a Dios para discernir la acción de Dios en nuestras vidas para que podamos llegar a comprender cómo Dios está ‘trabajando’ en nosotros, a lo que Dios nos apremia, y qué, dentro de nosotros, pueda estar resistiéndose a la acción de Dios.
Por eso se le ha llamado también: Examen General/de la jornada o Pausa Ignaciana. Al igual que con cualquier oración, es importante encontrar un tiempo y lugar apropiados para el examen de conciencia. Con frecuencia se hace al final del día, aunque puede hacerse en cualquier otro tiempo o más a menudo, según nos sintamos atraídos a hacerlo; cuanto más a menudo se hace, sin embargo, más natural se vuelve.
los invitamos a que en familia se regalen unos minutos y puedan orar con la Pausa Ignaciana cada día de manera especial en estos momentos que estamos viviendo.