Nuestros estudiantes se unieron a la Jornada de Siembra por la Biodiversidad

Por: Óscar Javier Vora, maestro de ciencias naturales En el marco del Día Nacional de la Biodiversidad, participamos en una significativa jornada de siembra en la que logramos plantar más de 95 ejemplares de especies como arrayán, yarumo, nogal, roble, entre otras, junto con los estudiantes del grupo ambiental del Colegio Santa Luisa. Esta experiencia fomentó la participación de nuestros estudiantes, quienes pudieron poner en práctica los conocimientos adquiridos y aportar a una labor de gran valor para el cuidado del medioambiente. La jornada se desarrolló en articulación con el Jardín Botánico de Bogotá y la Secretaría Distrital de Ambiente. Además de la siembra, se realizaron charlas sobre la importancia de especies nativas y endémicas, como la palma de cera y el nogal endémico de Bogotá, y se recordó el legado de José Celestino Mutis en la investigación y divulgación de la biodiversidad. Estudiantes de los grados quinto a décimo participaron activamente en los espacios de diálogo, compartiendo experiencias con la subdirectora del Jardín Botánico, quien destacó y agradeció el compromiso del Colegio Santa Luisa en el fortalecimiento de la conciencia ambiental, social y cultural. Asimismo, reconoció la importancia del papel de la comunidad educativa en la conservación y restauración de las coberturas vegetales de nuestra ciudad. En definitiva, esta práctica restaurativa fortalece en nuestros estudiantes el valor de la vida y el compromiso con la protección de la naturaleza, reafirmando la responsabilidad que compartimos en el cuidado de nuestra casa común.
Familias del Colegio Santa Luisa se unieron para promover la Paz

Por: Jennifer Borda, coordinadora de comunicaciones En el marco de la Semana por la Paz, vivimos un momento especial de encuentro y reflexión junto a nuestras familias. Al finalizar la jornada escolar, padres, madres y acudientes compartieron mensajes inspiradores que invitaron a construir un mundo más justo y solidario. Con palabras sencillas y llenas de sentido, nos contaron cómo promueven la paz en sus hogares y en la vida cotidiana, recordándonos que este camino comienza en lo más cercano: en la familia, en los gestos de respeto, diálogo y cuidado mutuo. Fue una experiencia que fortaleció nuestro compromiso como comunidad educativa para continuar siendo sembradores de paz desde la espiritualidad ignaciana.